Más de 2.000 personas han participado en una protesta convocada por las Organizaciones Profesionales Agrarias AVA-ASAJA, LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders, ASAJA Alicante, UPA-PV, CCPV-COAG, que contó con el apoyo de Cooperatives Agro-alimentàries.
El principal objetivo de esta movilización ha sido reclamar medidas de apoyo a todas las Administraciones, ante la escalada histórica de los costes de producción y la crisis de precios en origen por la que atraviesan la mayoría de cultivos. En este sentido, en la nota que hizo pública Federació para adherirse a la protesta, el presidente de Cooperatives Agro-alimentàries, Cirilo Arnandis, destacó que “el desbocado incremento de los costes de producción que están padeciendo agricultores y cooperativas no se ha trasladado a las rentas que perciben por sus producciones, por lo que se ahonda en una crisis que, para muchos sectores, ya es sistémica e insostenible”.
Desarrollo de la protesta
El acto de protesta ha consistido en una marcha de personas, vehículos particulares, tractores y maquinaria de uso agrícola entre las poblaciones de Favara (Ribera Baixa) y Tavernes de la Valldigna (La Safor). Antes del inicio de la marcha, ha tenido lugar una simbólica quema de naranjas y caquis, así como de un muñeco con la imagen del director de ENESA, Miguel Pérez. Las organizaciones convocantes de la manifestación han denunciado en los días previos que ENESA “respalda los planes de Agroseguro para eliminar la extensión de garantías en caso de pedrisco de todos los cítricos y los daños en calidad de viento de limones a partir de la próxima campaña”.
También se han quemado banderas de países terceros que ejercen competencia desleal a nuestras producciones (Marruecos, Sudáfrica, Egipto, Turquía…) y de socios comunitarios que les apoyan, como Países Bajos, porque envían a territorio comunitario cargamentos contaminados con plagas y no cumplen con los estándares europeos de producción.
El recorrido por la N-332 entre Favara y Tavernes de la Valldigna, de unos 9 kilómetros, ha sido realizado por alrededor de 2.000 personas y vehículos, que formaron una comitiva con una longitud próxima a los 2 km. El trayecto ha finalizado en la plaça de l’Ajuntament de Tavernes, donde se han llevado a cabo los parlamentos y se esparcieron más caquis y naranjas.
Una campaña ruinosa
Las zonas por donde ha discurrido la protesta son las mismas en las que se inició con pésimas cotizaciones la campaña de la naranja Navelina, que posteriormente se han extendido al resto de áreas citrícolas. En la actualidad, se están pagando en algunos casos 0,15 euros por kilo, cifra que no llega ni a cubrir los gastos de producción. Los convocantes denuncian que esto es debido “a la entrada masiva de importaciones foráneas y a los abusos comerciales de determinadas cadenas de distribución”. De igual forma, estas organizaciones denuncian que los daños provocados por el cotonet de Sudáfrica se cuantifican en pérdidas por valor de más de 200 millones de euros en la presente campaña, con especial impacto en las clementinas de la zona sur de Castellón y norte de Valencia.
A las protestas por el desarrollo de la campaña citrícola se han sumado las quejas por la crisis de rentabilidad del cultivo del caqui y la falta de soluciones efectivas para combatir las plagas y enfermedades. En la protesta han participado además personas afectadas por la grave crisis de rentabilidad que soportan la gran mayoría de las producciones agrícolas y ganaderas. Entre las demandas de los manifestantes se incluye la puesta en marcha de un Plan de reconversión y reestructuración para los sectores agrarios en crisis.
Incremento de costes
Las entidades representativas del campo valenciano alertan de una subida sin precedentes de los costes de producción en la agricultura y la ganadería y piden medidas extraordinarias al respecto. Según los datos recopilados, la energía eléctrica se ha encarecido un 270%, el gasóleo ha subido un 73%, los abonos un 48%, el agua un 33%, los plásticos de invernadero un 46% o las semillas un 20%. En lo referente a la ganadería, el encarecimiento del 20% de los piensos para alimentación animal lastra la competitividad de las explotaciones.
Sin embargo, y pese a que la cesta de la compra se ha encarecido durante los últimos meses en un 15% para los consumidores, los productores no pueden repercutir el incremento de sus costes en lo que perciben por aquello que perciben. Por ello, el sector agrario exige apoyos coyunturales y el cumplimiento estricto y riguroso de la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria para que evite prácticas comerciales abusivas y garantice precios justos.
Otras demandas
Organizaciones agrarias y cooperativas han reivindicado una PAC más mediterránea y la activación de medidas de gestión de crisis cuando la situación lo requiera, ya sean del Fondo de Crisis previsto por la PAC o de fondos nacionales.
También se ha exigido la revisión de los acuerdos comerciales de la UE con países terceros, empezando por el tratado con Sudáfrica, para establecer reciprocidad en las condiciones de producción, mayores controles fitosanitarios y la declaración de ‘producto sensible’ a aquellos cultivos cuya rentabilidad se vea perjudicada.
En cuanto a los seguros agrarios, se ha reclamado que el sistema nacional se adapte a las necesidades de los agricultores y ganaderos, y no a los beneficios de las aseguradoras, así como la implantación de un seguro de costes/ingresos agrarios.
Otras de las peticiones han sido la rebaja significativa del módulo del IRPF agrario, la revisión del Código Penal para mejorar la lucha contra los robos en el sector agrario, una Ley de Emergencia por daños de fauna salvaje y un análisis de los recursos hídricos e inversión en obras hidráulicas, junto al mantenimiento de los caudales para regadío del trasvase Tajo-Segura.
Las organizaciones participantes en esta convocatoria han advertido de que esta marcha ha sido el primero de muchos actos de protesta que tendrán lugar durante las próximas semanas, y que culminarán en una gran manifestación en Madrid, en la que agricultores, ganaderos y el conjunto de la ciudadanía se unirán en defensa de un medio rural sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico.
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