El Europarlamento da luz verde al acuerdo con la Comunidad de Estados de África del Sur

15 septiembre, 2016

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El Parlamento Europeo aprobó ayer miércoles, con 417 votos a favor, 216 en contra y 66 abstenciones, el pacto entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados de África del Sur (integrada por Sudáfrica, Botsuana, Lesoto, Mozambique, Namibia y Suazilandia), por el que sus exportaciones tendrán un trato preferente en el mercado comunitario. Pese a la defensa del no a la ratificación de este pacto que realizó el eurodiputado valenciano Jordi Sebastià, el acuerdo del Europarlamento supone un paso más en el proceso, que debe ser ratificado ahora por el Consejo de Ministros de la UE y por los gobiernos de los diferentes países africanos. De esta forma, se imponen las tesis de los países importadores-no productores, frente a la opinión manifiestamente en contra del sector citrícola europeo y de los países productores, entre ellos España.

De esta forma, se aprueba la ampliación del plazo de entrada en las fronteras comunitarias de productos procedentes de estos países con aranceles reducidos del 15 de octubre al 30 de noviembre, una circunstancia que afectará a las producciones nacionales de navelinas, que saldrán al mercado en competencia directa con productos venidos de Sudáfrica, segundo mayor exportador del mundo de cítricos en fresco, solo por detrás de España. La preocupación estriba en el hecho de que la sobreoferta que producirá la acumulación de cítricos de diferentes orígenes en el mercado podría tener un efecto directo en las rentas de los productores nacionales.

De igual forma, el acuerdo con la Comunidad de Estados de África del Sur, que se adopta según el dictamen de la Eurocámara con el fin de ayudar a reducir la pobreza en los países africanos que se beneficiarán del mismo, contempla una progresiva reducción arancelaria, lo cual favorecerá la posición de los cítricos sudafricanos en su entrada a los mercados comunitarios. Para el presidente de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana y presidente sectorial de frutas y hortalizas de Cooperativas Agro-alimentairas de España, Cirilo Arnandis, ha manifestado tras conocerse la ratificación del acuerdo que es «preocupante» `y que a la larga, «puede afectar a otros sectores hortofrutícolas«. Arnandis también recordó que el acuerdo también tiene implicaciones en el ámbito de sanidad vegetal, ya que aumenta las posibilidades de que entren en las fronteras comunitarias cítricos contaminados con «mancha negra», con el riesgo que ello supone en materia de contagio a las plantaciones nacionales, que actualmente están libres de esta enfermedad. Por todos estos factores, el presidente de Federació ha lamentado el «ocultismo» con el que se ha negociado este asunto de capital importancia para la citricultura europea.

Por su parte, el eurodiputado Jordi Sebastià declaraba que «esto suponen un golpe mortal para nuestros productores, que ven cada año como los precios caen más a causa de la competencia desleal de terceros países como Marruecos y la presión de las cadenas de distribución que pagan precios ridículos en ausencia de una buena legislación europea sobre el asunto. Con la naranja africana en el mercado el desplome de los precios será mucho mayor«. Sobre las cuestiones de sanidad vegetal, explicaba a su vez que «las normas europeas de sanidad vegetal prevén que si se detectan más de 14 casos de esa plaga en naranja importada desde Sudáfrica, las fronteras deben cerrarse. Pero este año el número de detecciones ha sido muy superior y, debido a la presión de los importadores, las naranjas africanas han seguido entrando«.

Tal y como se ha asegurado en más de una ocasión, desde Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana se lamenta la adopción de un acuerdo que pone en riesgo 600.000 hectáreas de plantaciones citrícolas a nivel europeo y que afectará directamente a la mermada rentabilidad de las explotaciones. En este sentido, los productores vuelven a mostrarse como el elemento más débil de la cadena de valor, ya que volverán a sufrir directamente los efectos de una decisión que no les compete y ante la cual su opinión no ha sido tenido en cuenta, tal y como sucediera en su momento con el veto ruso y tal y como viene repitiéndose con demasiada frecuencia durante los últimos años.

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