Cirilo Arnandis, presidente de la sectorial de Frutas y Hortalizas de Cooperativas Agroalimentarias de España ha afirmado que tras la reunión celebrada ayer con la ministra de Agricultura, en la que se analizó la situación provocada tras el cierre del mercado ruso a las exportaciones comunitarias de Frutas y Hortalizas y las medidas previstas para atenuar su impacto, “la Comisión Europea ha reconocido el problema como derivado de una decisión política comunitaria y, en consecuencia, se ha comprometido a habilitar los fondos necesarios para atender el impacto del cierre del mercado ruso”.
En breve (sin precisar cuándo), se publicarán dos Reglamentos, uno para melocotón y nectarinas y otro para el resto de productos afectados, donde se precisarán las modalidades de aplicación (con efecto retroactivo a fecha 11 de agosto) y el presupuesto inicialmente asignado, que será susceptible de revisión en función de la evolución de la situación.
En este sentido, Arnandis ha asegurado que ningún producto (como cítricos o caqui) se quedan fuera y que la dotación prevista inicialmente de unos 150 millones de euros (20-30 millones para melocotón y nectarina y 125 millones para el resto de productos), “corresponden a un presupuesto abierto que se irá incrementando según surjan las necesidades y los problemas como así lo ha asegurado el comisario de Agricultura de la Unión Europea”.
El esquema que están pensando se inspira en el paquete acordado en su día con la crisis de e-coli, pero no pueden precisar hasta no conocer las modalidades de aplicación cuyo borrador podría conocerse en las próximas horas.
En este sentido, el próximo viernes se ha convocado una reunión en Bruselas con los Estados miembros para cuantificar el impacto y estudiar las medidas propuestas que actualmente están en proceso de consulta interservicios en la Comisión. El lunes convocará el Ministerio de nuevo al sector y a las CCAA al efecto de informarles del contenido de la reunión de Bruselas.
Las medidas previstas son básicamente las retiradas (ampliación de la distribución gratuita y destrucción), no cosecha y ayuda alimentaria, pero sin concretar cuantías y haciendo extensivas dichas medidas a productores no asociados a OPFHs. Esto último complica el procedimiento de adopción de las modalidades de aplicación, “razón por la que se le ha insistido al Ministerio que al menos nos comuniquen por escrito la posibilidad de retirada con fines de destrucción a las OPFHs reconocidas, al efecto de que procedan a la destrucción del producto con carácter inmediato”.
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